lunes, 27 de junio de 2011

Charla a las 3:00 AM

El otro día, aprovechando una de las pocas salidas que hago al cabo del año tipo cena y trasnochada, tuve una interesante charla con un buen amigo.

Lugar: Un sitio de copas.
La hora: 3 de la madrugada, más o menos.
Música: Variada, con un poco de esfuerzo se podía hablar.
Bebida: Yo una cerveza con limón, el una copa.
Asunto: Ninguno y todos, lo que surgía.
Temperatura: Calor.




En resumen, entre muchos temas hablado, me trasladó que después de más de 25 años de profesional, acostumbrado a trabajar bajo presión, consecución de objetivos, cambios, etc. se encontraba en una situación extraña en la que su actual jefe no de daba contenido y literalmente hacia como si no existía. Esta situación nueva para el, le provocaba desorientación e incluso dudas sobre su valía profesional, de la que yo doy fe y pongo no sólo una mano sino las dos, y alguna otra cosa si fuera menester, en el fuego por el.

Yo no conocía de nada a su jefe pero puedo decir que en sólo 5 minutos llegue a odiarlo.

Y es que estos personajes que van de prepotentes, que todo lo saben, que juegan con los sentimientos y prestigio profesional de las personas no me van.

Esta claro que no a todas las personas les puedes caer bien ni te van a valorar de la misma manera, pero hay una serie de cosas indispensables para ser un buen jefe: decir la verdad (o por lo menso no mentir), asumir sus responsabilidades de gestionar personas y tomar decisiones aunque no gusten pero a la cara.

Lo que no se puedes es ir minando la ilusión, ganas de hacer y trayectoria profesional de una persona mediante la indiferencia, mentiras y no comunicación (yo le llamaría mobbing).

Yo a mi amigo le dije que tranquilo, que no se dejará hundir/influenciar por la situación, que valore salir de esa empresa y/o decirle 4 cosas a ese jefecillo de forma menos cortes de cómo lo ha hecho hasta ahora. Incluso que se saltará un nivel jerárquico si lo veía factible explicando su situación.

Y al jefecillo, que se que hay muchos como el, estoy seguro que al final el tiempo coloca a cada uno en su lugar (siempre hay uno más….) y, si no es así, que asuma el levantarse cada día y mirarse al espejo tal y como es.

¿Algún consejo más para mi amigo que no sea la agresión física? ¿Y para este tipo de jefes?.
Por cierto a las 3:25 entro una morena en el bar que nos hizo cambiar de conversación….

2 comentarios:

  1. Hace ya mucho tiempo viví una situación similar. Creo que la solución depende mucho del tipo de trabajo y la forma de funcionar que tenga la empresa. Por lo que dices parece como si tu amigo "hiciera lo que le dicen". ¿No tiene libertad para iniciar nuevos proyectos?. Porque si es así, la respuesta es: si no me mandas nada yo me busco la vida y veo como sacar adelante la empresa proponiendo iniciativas interesantes. Si él no las escala pues las comunico directamente al nivel superior

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  2. Creo que todos los que llevamos ya unos años trabajando hemos experimentado lidiar con diferenets tipos de jefe. El que deja hacer, el que controla todo, el listillo, el indeciso....
    Pero tengo claro que no debemos permitir que nadie nos falte al respeto, menosprecie o no haga sentir mal de forma deliberada.

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