jueves, 20 de mayo de 2010

La palabra

Yo siempre he creído en la palabra como base de la relación entre personas.


Mi postura es que todo el mundo es bueno hasta que demuestre lo contrario, pero para mi, cuando alguien falla a su palabra sin una explicación convincente y sincera, queda ya catalogado.

No me gusta romper los acuerdos verbales adquiridos y si alguna vez he tenido la indecencia de hacerlo, siempre creo en cosas banales, por lo menos considero que he tenido la dignidad de reconocerlo.

Si a mi hija le digo hoy vamos a ir a tal sitio, debo cumplir.

Si con cualquier persona, mirándole a la cara, me comprometo a algo, debo cumplirlo.

Prefiero encontrarme con un indeciso que no se comprometa a nada que con alguien que lo haga y después busque cualquier excusa para faltar a su palabra.

Todos somos pecadores pero hay algunos más que otros y con algunos pecados casi mortales....

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Y a esa falta de respeto terrible, añado una menor pero no poco importante: La impuntualidad.

    ResponderEliminar
  2. Al dar la palabra, aquello que deja uno en garantía de cabal cumplimiento es nada más y nada menos que el mismísimo honor.

    ¿Pero que es el honor?. Buscando en cualquier diccionario podemos encontrar la siguiente definición: "Actitud moral que impulsa a las personas a cumplir con sus deberes."

    Quien pierde el honor, pierde el respeto de los demás.

    ResponderEliminar