jueves, 10 de junio de 2010

Hola soy el señor X y llamo por el asunto Y

Me encantan las llamadas claras. Al participar activamente en el Colegio y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación y en algunas cosas más…, con frecuencia recibo llamadas de gente que muchas veces ni conozco.

La mayoría son claras. Siguen el esquema:
“Hola soy X y te llamo por el asunto Y”.

La persona X puede ser más o menos importante, más o menos simpática pero procede a exponer el asunto Y sin rodeos.

Lo que me mosquea son aquellas llamadas, que la verdad son pocas pero las hay, donde el esquema es:
“Hola soy X, qué tal estás, y tu familia, ya te vi en el periódico, hace mucho que no quedamos, yo ando liadillo, qué sabes de nuestro amigo Z, bla bla bla ………….....” para acabar diciendo, como si no tuviera importancia o se le hubiese acabado de ocurrir, “por cierto me podrías, no conocerías, ….” y te expone el asunto Y que es el verdadero motivo por el que te llamaba como no dándole importancia.

Vamos que uno no es tonto. Me encanta atender llamadas, ayudar en lo que pueda, etc. pero no me gusta cuando el interlocutor no es claro.

Yo también llamo a preguntar, consultar, pedir ayuda, consejo, etc. pero intento explicar lo primero el motivo de la llamada, y claro que me gusta ser cortes y aprovechar para hablar de otras cosas, pero dejando claro que soy el señor X y llamo por el asunto Y.

2 comentarios:

  1. No he podido publicar el comentario donde hablas de la pulsera:
    El otro día tuvimos una en el trabajo, no sé cómo llegó, y coincidimos en que estaba fenomenal y que es bastante más bonita y trabajada que otras que hemos visto.
    Felicidades y espero que la vendáis de maravilla.

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  2. Sí que se agradecen las llamadas rápidas y que van al grano, muchas veces, puede parecer descortés pero lo agradezco infinitamente, sobre todo cuando te pasas el día hablando por teléfono y respondiendo emails.

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