Tras oír el aluvión de noticias sobre la necesidad de profesionales cualificados en Alemania (y otras partes del mundo), y la problemática que la fuga de talento puede, a corto-medio plazo, suponer a España (y a la Rioja), me producen 2 sentimientos encontrados.
Uno es de alegría por el reconocimiento que los profesionales españoles tenemos de otros países y el otro es de preocupación por la fuga de ese talento que en muchos casos no volverá.
La fuga de talento también se produce a nivel interno en España, sobre todo en algunos sectores entre los que se encuentra el TIC (Tecnología de la Información y Telecomunicaciones). Las oportunidades laborales que ofrecen grandes ciudades como Madrid o Barcelona y su extraradio, no se pueden comparar con las que puede haber en las pequeñas ciudades como Logroño.
Desde las CCAA y ayuntamientos se están realizando políticas para la creación y potenciación de nuevas empresas tecnológicas. Esto es importante y hay que seguir apoyándolo.
Pero ¿qué podemos hacer los profesionales?. A mi entender tenemos 3 caminos a seguir en caso de no tener un trabajo que nos satisfaga:
• Emigrar en busca de empleo o de un empleo debidamente remunerado.
• Emprender y crear empresas en nuestra CCAA. Una muy buena opción que debemos potenciar.
• Convencer, divulgar, demostrar las posibilidades del trabajo deslocalizado que gracias a la tecnología es hoy perfectamente viable.
¿Y cuales son las ventajas del trabajo deslocalizado para las empresas que se decanten por está opción?
- Aumentar el número de posibles candidatos cualificados.
Hay muchas personas que han decido desarrollar su actividad profesional en ciudades más pequeñas en busca de calidad de vida, siendo verdaderos expertos y referencia en su profesión. Si la empresa se decide por la deslocalización estos profesionales optarían a los puestos de trabajo.
- Reducir costos.
El coste de la vida en las grandes urbes repercute directamente en los niveles retributivos. Tener profesionales trabajando de forma deslocalizada permite un importe ahorro de costes.
- Optimización de recursos.
Cada empresa puede identificar qué tareas pueden deslocalizarse y cuales es indispensable la permanencia física continua en la sede central de la empresa. Deslocalizar tareas permite liberar personal en la sede central para asumir las tareas no deslocalizables.
- Compromiso y oportunidades de negocio.
El trabajador deslocalizado está muy agradecido a que la empresa le permita desarrollar su actividad profesional bajo esta modalidad. El trabajar por objetivos hace más responsable a este tipo de trabajadores. Su compromiso es mayor y al establecer vínculos con las empresas e instituciones locales pueden proporcionar nuevas oportunidades de negocio a su empresa.
¿Que se puede “deslocalizar”?
Para contestar a esta pregunta cada empresas debería analizar los procesos e identificar las tareas deslocalizables. En el sector TIC hay muchísimas funciones que pueden hacerse sin necesidad de presencia física en una sede central. Desarrollos, monitorización, administración, soporte..etc..
En definitiva, si la tecnología ya está madura y el tipo de trabajo no implica una continua presencia física en una sede central, el modelo deslocalizado permitiría que un ingeniero riojano trabajará para Alemania, Madrid, Barcelona o cualquier parte del mundo sin tener que abandonar La Rioja.
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Desgraciadamente la tendencia es la contraria. En esta época de crisis, los déficits de empresas y el aumento de fusiones, absorciones, etc. hacen que se opte por ahorrar costos cerrando delegaciones y centralizando todo el trabajo. (ejemplos que conozco: CRTVG cierra las delegaciones locales; y Gas Natural opta por llevar a Madrid todo el trabajo administrativo que antes llevaba Unión Fenosa aquí en Galicia...)
ResponderEliminarAdemás, no hay confianza, hábito ni recursos suficientes para que prolifere el trabajo telemático deslocalizado...
No quiero ser pesimista, pero, mientras dure este temporal, la deslocalización no está de moda.
no dudo de tus palabras pero, es que mo encuentro tal articulo
ResponderEliminarCreo que España no está todavía madura para el teletrabajo. La cultura existente entre el empresariado actual potencia mucho más la presencialidad que la productividad, y mientras no tengamos modelos de trabajo orientados a la productividad y a los objetivos, las empresas no van a atreverse a "perder el control" de los trabajadores mandándolos a sus casas...
ResponderEliminarY ahora algún empresario me puede preguntar por que echo la culpa a los modelos de trabajo de los empresarios por la baja productividad española, en vez de a los propios trabajadores. Pues muy sencillo, porque cuando esos mismos trabajadores españoles salen al extranjero, resultan ser tan productivos como el resto de los europeos, luego el problema está en las empresas españolas, no en los trabajadores.
Muy buen artículo. Da en la diana sobre el problema de fondo en esta cuestión.
ResponderEliminarAunque no se menciona la palabra "teletrabajo" en el artículo, se entiende que debería considerarse esa opción como una de las "menos malas".
Sobre este tema también se ha escrito recientemente , por ej. http://bit.ly/i1E5wY
La conclusión es unánime: las empresas españolas (en general) no están preparadas para el teletrabajo. Lo cual no quiere decir que no estemos en el camino del cambio. El teletrabajo no es perfecto (tiene pros y contras) pero desde luego siempre sería mejor opción que coger la maleta y contribuir a que la generación mejor preparada de nuestra historia salga fuera. Si eso ocurre ¿qué futuro nos espera? ¿volveremos a la pandereta?
Mucho ojo con la deslocalización porque puede ser un arma de doble filo. En vez de trabajar desde La Rioja para una empresa alemana, podemos encontrarnos con multitud de profesionales, en muchos casos de gran calidad, trabajando desde países emergentes para empresas de La Rioja y de Alemania...
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